domingo, 11 de enero de 2009

Un mundo desbocado

Estas dos primeras semanas que han transcurrido del nuevo año, en el territorio nacional han sucedido diversos sucesos que han captado la atención de la ciudadanía. En primer término el plan anticrisis del Presidente Felipe Calderón; la incapacidad de nuestro país para explotar el petróleo en aguas profundos en el Mar Continental del Golfo de México, cediendo los derechos para hacerlo a Estados Unidos de América y el paro nacional pesquero, que hoy ocupa el espacio de esta columna.

El problema de la producción pesquera en México país ha sido una bomba de tiempo al que todos hacíamos oídos sordos desde hace varios años. Y es que poco se ha sabido o quizá nadie ha querido reconocer y explotar el gran potencial que posee nuestro país en sus litorales, tanto del lado del Pacífico como en el Atlántico, es decir, en el Golfo de México y el Caribe. Sin embargo, las condiciones de quienes se dedican a esta actividad son paupérrimas, a excepción de los grandes dueños de empacadoras e industrias dedicadas al procesamiento de las capturas marinas.

Dos millones de personas que constituyen el mercado laboral de la pesca en México, entre pescadores, armadores, empresarios y hoteleros, radicalizaron su postura en rechazo al alto precio del diesel que sirve para mover sus embarcaciones. La manifestación ha cumplido ya nueve días de un paro indefinido encabezado por pescadores ribereños y de altamar, en rechazo al elevado precio del combustible que utiliza la flota pesquera del país, que enfrenta una severa crisis derivada de los altos costos de producción. También estos productores han manifestado que en todo el país hay una “pesca ilegal” que se ha solapado desde el gobierno y que rebasa 40% de la producción oficial.

En nuestro estado, en el puerto de Salina Cruz, unos 200 pescadores ribereños bloquearon los accesos a la Terminal Marítima de Pemex Refinación y a la Terminal Refrigerada de Gas Licuado y Petroquímica Básica. Estos pescadores, han señalado que “mientras Pemex no solucione nuestras demandas, nos indemnice y acceda a que pesquemos en el área federal restringida, vamos a seguir bloqueando”.

Los estragos ya empiezan a sentirse: hay desabasto de especies marinas como camarón, cazón y mero en el mercado nacional, a causa del paro nacional que inició el 1 de enero. Los comercializadores de estas especies ya piensan en adquirir productos congelados provenientes de China, Vietnam, Argentina, o de donde vengan.

En lo que se refiere a la actividad pesquera en Oaxaca se puede decir que los recursos marinos no han sido aprovechados en forma importante. La característica principal de esta actividad es su baja productividad y con poca eficiencia. Tan sólo hace diez años, la producción pesquera de Oaxaca constituyó el 0.79% con respecto a la producción nacional y en 2005 este volumen disminuyó formando 0.68% del total. Por otro lado, la actividad pesquera estatal se desarrolla solo en la zona costera, sin explotar las posibilidades de múltiples lagunas y ríos con la disposición de una importante reserva de peces de aguas dulces. En contraste, el impulso al desarrollo de la actividad pesquera podría dar un efecto afortunado para satisfacer no sólo el mercado local y regional, sino otros mercados como el internacional.

Es evidente que Oaxaca no cuenta con grandes embarcaciones y su actividad pesquera es artesanal. La entidad con su potencial de 600 kilómetros de costa no ha desarrollado una infraestructura adecuada, ni estrategia alguna para el desarrollo de la actividad pesquera. Sin embargo, los productos del mar poseen un gran potencial en el área de comercio exterior, no requieren grandes recursos para su transformación: se empaquetan, se congelan y se van. Como ejemplo, podemos mencionar que existen otras zonas en el mundo con gran potencial y producción de todo tipo de productos pesqueros. En este se puede mencionar la región de Asia-Pacífico conformado por Corea, Japón, China, Taiwán y Singapur, que al mismo tiempo, son importadores de productos pesqueros. Por lo anterior, Oaxaca necesita aprovechar su potencial de amplia salida en la costa, para explotar sus recursos marinos. No cabe duda que el gobierno federal tiene una deuda histórica con el sector pesquero y no puede delegar esa responsabilidad ni en el secretario de Agricultura, insensible al campo y a la pesca.

No hay comentarios: