sábado, 6 de diciembre de 2008

La nueva refinería: oportunidad de desarrollo para Oaxaca

Hace algunos meses, a petición del Presidente Felipe Calderón, PEMEX realizó un estudio de factibilidad para la construcción de una nueva refinería. Recientemente se dieron a conocer los resultados de este estudio, que señala que se requerirá una inversión de 12 mil millones de pesos y que comenzaría a edificarse el próximo año. Y es que la producción de petrolíferos en México se ha mantenido prácticamente estancada, ya que ha pasado de 1.481 millones de barriles diarios en el 2002, a 1.545 millones de barriles diarios en el 2006.

De acuerdo con el mismo estudio, existen nueve posibles localizaciones identificadas por Pemex, lo que ha provocado que los mandatarios de varias entidades federativas y los legisladores busquen ganar la sede del proyecto. De acuerdo a la rentabilidad de ubicación de la nueva refinería los sitios son Tula, Hidalgo; Tuxpan, Dos Bocas y Cangrejera, Veracruz; Salina Cruz, Oaxaca; Manzanillo, Colima; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Campeche, Campeche y Cadereyta, Nuevo León.

Por lo anterior, son siete los gobernadores que han intensificado las negociaciones con la Secretaria de Energía, Georgina Kessel, y el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, para que la construcción de la nueva refinería anunciada por el presidente Felipe Calderón se realice en sus estados. Empresarios y dirigentes sindicales de esas mismas entidades han sumado declaraciones y argumentos, con la intención de que sean tomados en cuenta para albergar a la séptima refinería que tendrá el país.

Por ejemplo, en el caso de Michoacán, el gobernador Leonel Godoy Rangel ha externado que la planta se podría instalar en los municipios de Lázaro Cárdenas, Contepec o Morelia, lo que garantizaría el abasto de combustibles al Distrito Federal, bajío y occidente. Por su parte, el gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, ha argumentado que disponen de la mayor infraestructura instalada del país para transportar la producción de hidrocarburos.

El mandatario de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, también se ha sumado a la lista de interesados. Por otro lado, el gobernador campechano Jorge Carlos Hurtado Valdez ha insistido en que se les haga justicia a los campechanos trayendo la refinería, pues aquí se extrae la mayor cantidad de petróleo, afirmando también que lo menos que puede hacer el presidente Calderón es llevarles la planta y ponerle el nombre de Juan Camilo Mouriño Terrazo. La iniciativa privada de Veracruz ha asegurado que Tuxpan o Minatitlán cuentan con infraestructura de almacenamiento, transporte y distribución de petrolíferos.

Pero ningún dirigente ha sido tan contundente como el Gobernador del Estado de Oaxaca, Lic. Ulises Ruiz Ortiz, al afirmar que la instalación de una nueva refinería en el puerto de Salina Cruz es factible, porque éste será un detonante no sólo para la economía estatal, sino también regional, que vendría a impulsar el desarrollo del país. Y no es que quiera alabar el cabildeo político del mandatario oaxaqueño, que sin duda ha sido resaltable. Simplemente que, el proyecto petrolero para Salina Cruz está respaldado en un programa ambiental que garantiza la protección de los ecosistemas, pero primordialmente en la riqueza de las playas y ríos que tiene el Istmo y la Costa, porque el turismo es sin lugar a dudas, una de las fortalezas más importantes que tiene nuestro Estado.

Además, en el Estado de Oaxaca se tiene la infraestructura, pero además la experiencia en cuanto a la refinería Antonio Dovalí Jaime. La obra traería una reactivación a la economía al generar miles de empleos temporales al construir la magna obra, pero además se generarían cerca de mil empleos directos, de acuerdo a la proyección que se tiene en cuanto a la capacidad de la nueva refinería que sería el detonante de progreso. Con proyectos como el desarrollo eólico del Istmo, el proyecto multimodal del Istmo de Tehuantepec, la Carrera a la Costa y ahora esta nueva refinería, se puede tener la oportunidad en el Estado para lograr ese desarrollo tan buscado y la gran oportunidad de industrializar al Istmo y a lado del turismo, tener dos ejes que nos permitan superar esos años de rezagos.

Salina Cruz, al ubicarse en el geoestratégico corredor transísmico, que une a los océanos Atlántico y Pacífico, ofrece cercanía con las zonas petroleras y del país, a la vez que sirve para abastecer las amplias y crecientes necesidades de combustibles de la nación. El puerto oaxaqueño, cuenta con todas las modalidades de comunicación al ser puerto de altura y cabotaje, por su condición geográfica con litoral hacia el la Cuenca del Pacífico, la cercanía a los centros de mayor demanda comercial en esta cuenca y la conexión que une los dos océanos más importantes en globo.

Salina Cruz es un puerto que esta conectado con el golfo de México, y con la reciente remodelación de la refinería de Minatitlán, se tendrá un espacio ideal para el transporte de refinados. Además a partir del 2009 contará con un aeropuerto civil en la Base Aérea Militar de Ciudad Ixtepec y vías férreas en proceso de modernización. Al mismo tiempo, se podrá lograr el anhelado corredor transistmico que conectará al Golfo de México con el Océano Pacifico, con lo cual se complementarían la deficiencias del canal de Panamá, detonando el desarrollo del Istmo de Tehuantepec y el proyecto multimodal, proyectos turísticos, comunitarios y de gran impacto social para las familias de la zona.

1 comentario:

Yesenia dijo...

La elección del lugar de un proyecto tan importante como lo es la insatalación de una refinería, inevitablemente generará disputas, al representar tantos intereses.

Así, entre una lluvia de argumentos,cualquier interés puede ser justificable...

De la exposisción aportada, considero que uno de los puntos más importantes para que la opción sea Salina Cruz, recae en la protección de los ecosistemas; ya que el error más recurrente de modernización representa el crear crecimiento industrial, sin garantizar desarrollo sustentable, los costos de no hacerlo podrían ser irreparables. Sobre todo, en un lugar cuya riqueza y belleza natural, más que ser pilares de la economía, representan un factor de identidad y cohesión social.

Finalmente, ojalá que la decisión tomada, se encuentre respaldada por razones de peso, basadas en la viabilidad y los mayores beneficios.