domingo, 8 de marzo de 2009

Bloqueos y desbloqueos: el lamentable caso Huatulco.

El desarrollo turístico de Huatulco se caracterizó durante mucho tiempo por la tranquilidad de su población y la gobernabilidad del municipio a través de sus autoridades. Es bien sabido que cuando existen problemas políticos o agrarios en el Estado de Oaxaca, la única región donde no existen estos bretes es precisamente en la región costera. Estas características permiten ofrecer el destino de Bahías de Huatulco como un lugar privilegiado en México y en Oaxaca, en donde las manifestaciones, marchas, plantones, bloqueos, conflictos políticos, retenes militares y zonas completamente controladas por los carteles de la droga son algo común.


Sin embargo, en últimas fechas han sucedido hechos que han mostrado dos aristas de un mismo problema: por un lado, el hartazgo de la población ante la indiferencia y la escasa capacidad de las autoridades gubernamentales en varios niveles para resolver sus problemas y por el otro, el descontento generalizado de la población ante estos sucesos. Y es que nuestro maravilloso destino turístico se ha convertido en un ring a donde se suben a confrontarse diversas corrientes políticas locales, comunidades que no pertenecen al municipio y grupos de poder que pretenden ser beneficiados con más prebendas y estipendios, no conformándose con las que ya poseen.


Tan sólo en pocas semanas que han transcurrido en este 2009, dos bloqueos paralizaron la actividad económica en el desarrollo turístico y las comunidades aledañas. Por ejemplo, desde la mañana del pasado jueves 16 de enero, los concesionarios materialistas adheridos a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) bloquearon el crucero del boulevard Chahué, a la altura del parque ecológico Rufino Tamayo, exigiendo el retiro de unidades “piratas” afiliadas a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC). Estas agrupaciones señalaban que las autoridades municipales, funcionarios del gobierno del estado un diputado local estaban involucrados en este conflicto cuyo verdadero umbral es político. Y aunque las autoridades locales y hasta la armada de México quisieron actuar para destrabar el conflicto, ninguno pudo hacer nada, debido principalmente a la cerrazón de los manifestantes. El gobierno del Estado tuvo que intervenir a través de la Secretaría General de Gobierno; se citó a una mesa de diálogo en la ciudad de Oaxaca. Seguramente en algo culminó la serie de negociaciones, sin embargo, hasta el día de hoy no se conocen los acuerdos a los que se llegaron.


Otro caso alarmante fue el bloqueó que se llevo a cabo el pasado lunes 2 de marzo: desde las primeras horas del día, en el crucero de Piedra de Moros, entre el aeropuerto internacional y el centro turístico de Huatulco. La causa: los habitantes de la agencia municipal de San Miguel del puerto reclamaban su derecho a recibir las participaciones correspondientes al ramo 28 y ramo 33. Este embrollo ocasionó que decenas de trabajadores, estudiantes y empleados llegaran tarde a sus destinos porque se vieron obligados a transbordar para continuar su viaje. Los efectos de este bloque llegaron a los turistas nacionales y extranjeros que tenían programado su llegada o salida de las Bahías de Huatulco, como el caso de los vuelos provenientes de Chicago o vuelos de diferentes aerolíneas del distrito Federal. Este bloqueo también afectó a cientos de conductores de vehículos particulares, taxistas y transportistas que quedaron varados en la carretera, así como a un sinnúmero de turistas que se quejaron de este tipo de acciones que son ilegales pero por las que no se ejerce ningún castigo, a pesar de que se trata de un delito federal.


Pero lo más lamentable de todo, es que estos hechos han llegado a afectar a tanta gente y los ciudadanos, sin embargo, no hacen nada por detenerlos. Por otro lado, las causas que han provocado estos lamentables bloqueos han sido, por un lado, el conflicto por controlar las rutas y acarreo de material en las distintas obras en Huatulco y por el otro, la irresponsabilidad de un gobierno municipal vecino por no atender a sus agencias municipales. En el primer caso, lo que debería buscarse es que estos conflictos los arreglen los transportistas y el gobierno estatal a través de la Coordinación Estatal del Transporte; en el segundo caso, los habitantes del Municipio de San Miguel del puerto deben resolver sus diferencias con el Presidente Municipal y sus regidores; pero en ninguno de estos dos casos se debe afectar a la población que trabaja y vive del turismo, pues sin éste, difícilmente Huatulco podrá llegar a ser un destino de calidad.


A pesar del relanzamiento de Huatulco, deben buscarse que estos conflictos sean resueltos en las mesas de diálogo y a través de la negociación, sin llegar a caer en estas provocaciones. Las autoridades deben asumir su papel antes los habitantes de sus comunidades y agencias municipales, porque los recursos son del pueblo y no de unos cuantos que ejercen el poder. Nadie quiere ver un desarrollo turístico afectado por estas movilizaciones, ya que si lo permitimos, cualquier grupo puede hacer lo que le apetezca cerrando calles y carreteras.

No hay comentarios: