miércoles, 27 de mayo de 2009

Nuevas políticas culturales para Oaxaca

Antes de comenzar me gustaría plantear algunas ideas en torno a los foros de discusión que han crecido exponencialmente en las redes sociales en Internet, como el caso del foro “Conversaciones del futuro Oaxaqueño” en el facebook, donde se tratan temas que tienen que ver con la realidad de nuestra entidad. En este foro tenemos la oportunidad de conocer la apertura que para escuchar la voz de los jóvenes. Entre muchos temas que se manejan se encuentran la energía eólica, el tratamiento de la basura, la migración y las nuevas políticas culturales para Oaxaca. Es precisamente este último tema, el que abordaremos en la columna del día de hoy, en torno a algunas propuestas que han surgido de los propios participantes jóvenes del foro.

Antes de iniciar quisiéramos plantear una interpretación provisional de política cultural, extractada de la introducción al texto editado por Néstor García Canclini, Políticas Culturales en América Latina. Él señala que la discusión sobre políticas culturales ha estado dominada por un énfasis en los informes burocráticos de los Estados o de las instancias de gestión y promoción cultural, por un análisis excesivo en los discursos y las cronologías de las actividades de los organismos culturales, por una concepción que iguala las políticas gubernamentales a la política cultural y por una asociación entre cultura, estado y nación. Estas concepciones, a su vez, están orientadas por la creencia que guió los modelos productivistas y desarrollistas, donde la cultura fue considerada como un impedimento para alcanzar los índices de crecimiento económico y desarrollo. La crisis de estos modelos ha puesto de relieve el papel de la cultura como el espacio donde se recombinan formas de actuar, de pensar el pasado y de imaginar el futuro. En este nuevo contexto, la cultura se ha convertido en tema fundamental a la hora de diseñar planes y procesos de desarrollo económico, convivencia social y democracia. Se ha pasado entonces de una concepción de cultura como objetos y productos inscritos en las tradiciones de la alta cultura, hacia una perspectiva que apunta a una visión más antropológica, aquella que da cuenta de la cultura como un espacio de construcción colectiva de universos simbólicos, prácticas sociales y agendas políticas. Esto me parece importante para empezar el debate, y seguire fijando mi postura en relacion con el tema, y claro mis propuestas mas adelante.

El Estado de Oaxaca es una entidad con grandes riquezas en su cultura, sus tradiciones, sus costumbres y sus grupos étnicos. Sin embargo, estos elementos no se han podido aprovechar adecuadamente. Por ejemplo, tan sólo la capital del Estado es el segundo destino en cuestión de turismo cultural, tanto nacional como extranjero, de forma que sólo el DF está por encima de nosotros en este rubro.

Oaxaca tiene una diversidad de etnias y pueblos que son la sustancia de la cultura del Estado. Sin embargo, la disparidad económica de las distintas regiones puede ser un factor que mitigue el desarrollo cultural y humano de las mismas. Pienso que sería interesante -antes de proponer políticas públicas a favor de la cultura- una evaluación de la situación cultural a nivel estado, para así posteriormente entrar de lleno en lo que convendría hacer en pro de la cultura, estando conscientes del balance entre la cultura local y la cultura universal.

Para poder formular una nueva política cultural es importante tener en cuenta los rubros más importantes que derivan de la cultura. Como primer rubro tenemos la educación, el segundo serían las tradiciones y costumbres, el tercero el arte y el cuarto la adopción de una cultura universal. En la siguiente colaboración desarrollaremos cada uno de ellos.

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